PIE DIABÉTICO

EL PIE DIABÉTICO: UNA COMPLICACIÓN …

El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes y graves de la diabetes, pero también una de las más evitables si se detecta a tiempo.

Cuando los niveles de glucosa en sangre se mantienen elevados durante años, pueden dañar los nervios (neuropatía diabética) y los vasos sanguíneos (angiopatía diabética).
Esto afecta directamente a los pies: disminuye la sensibilidad y la circulación, haciendo que una pequeña herida o rozadura pueda convertirse en una úlcera grave.


¿Por qué ocurre el pie diabético?

Los principales mecanismos son:

  1. Neuropatía periférica: se pierde la sensibilidad. El paciente no nota el dolor, calor ni rozaduras.
  2. Isquemia (falta de riego sanguíneo): los tejidos reciben menos oxígeno, por lo que las heridas cicatrizan mal.
  3. Infecciones: los altos niveles de glucosa favorecen el crecimiento bacteriano.
  4. Deformidades del pie o calzado inadecuado: aumentan la presión y las lesiones.

¿Cómo detectarlo a tiempo?

Los signos de alarma más frecuentes son:

  • Hormigueo, ardor o pérdida de sensibilidad en los pies.
  • Piel seca, agrietada o con cambios de color.
  • Callos o ampollas que no duelen.
  • Heridas que tardan en cerrar o supuran.
  • Uñas encarnadas, mal olor o inflamación.

Consejo médico: revísate los pies a diario, incluso entre los dedos. Si no puedes, pide ayuda a un familiar.


Pronóstico

El pie diabético no aparece de la noche a la mañana, sino tras años de mal control glucémico.
Cuando se detecta pronto, las úlceras pueden curarse sin secuelas.
Pero si la infección o la isquemia progresan, el riesgo de amputación aumenta drásticamente.
De hecho, según la OMS, hasta el 85% de las amputaciones por diabetes podrían evitarse con un seguimiento y cuidado adecuados.


Tratamiento

El abordaje debe ser multidisciplinar (endocrino, podólogo, enfermería y cirugía vascular):

  • Control óptimo de la glucemia (dieta, fármacos o insulina).
  • Limpieza y curas locales de las úlceras.
  • Antibióticos si hay infección.
  • Descarga de presión (calzado especial o plantillas).
  • Cirugía o revascularización en casos graves.
  • Educación del paciente para prevenir recurrencias.

Prevención: la clave está en tus pies

  • Controla tu glucosa, tensión arterial y colesterol.
  • No camines descalzo, ni siquiera en casa.
  • Usa zapatos amplios, cómodos y sin costuras.
  • Corta las uñas rectas, sin apurar los bordes.
  • Hidrata la piel a diario, evitando entre los dedos.
  • Haz revisiones podológicas al menos una vez al año.

EL PAPEL FUNDAMENTAL DEL DIETISTA-NUTRICIONISTA EN EL PIE DIABÉTICO

El pie diabético no es solo un problema local del pie, sino la manifestación de un desequilibrio metabólico mantenido en el tiempo.
Por eso, el trabajo que realizamos los dietistas-nutricionistas es clave para prevenir, estabilizar y mejorar esta complicación.

Controlar la glucosa es la primera línea de defensa

Una alimentación personalizada, adaptada a la medicación, al nivel de actividad física y a los horarios del paciente, ayuda a mantener una glucemia estable y a evitar los picos que aceleran el daño vascular y nervioso.
Los dietistas-nutricionistas enseñamos a elegir los hidratos adecuados, controlar las raciones y distribuir las comidas de forma estratégica.


Cuidar el sistema vascular

El pie diabético no aparece sin una base vascular comprometida.
Reducir el exceso de sal, grasas saturadas y ultraprocesados, junto con un aumento del consumo de ácidos grasos omega 3, frutas, verduras y fibra soluble, mejora la circulación y la salud arterial, disminuyendo el riesgo de isquemia y úlceras.


Favorecer la cicatrización y recuperación

Una buena nutrición acelera los procesos de reparación del tejido.
Los dietistas-nutricionistas ajustamos el aporte de proteínas de alto valor biológico, zinc, vitamina C, E y antioxidantes, que son esenciales para la formación de colágeno y la curación de heridas.


Educación y acompañamiento

El paciente con diabetes necesita acompañamiento continuo.
Los profesionales de la nutrición no solo planificamos menús, sino que enseñamos a interpretar etiquetas, gestionar comidas fuera de casa y mantener adherencia al tratamiento.
El apoyo educativo y emocional es parte del éxito terapéutico.


Trabajo en equipo interdisciplinar

Los dietistas-nutricionistas formamos parte del equipo junto a endocrinólogos, podólogos, enfermería y fisioterapeutas, para abordar al paciente de forma integral.
Cada uno cumple una función, pero la alimentación es la base que sustenta la prevención y la recuperación.


En resumen

El pie diabético no solo se trata con curas y medicación: se previene y se mejora desde la mesa, cada día.
Los dietistas-nutricionista somos, sin duda, un pilar esencial en ese camino.


Bibliografía

  1. International Diabetes Federation (IDF). IDF Clinical Practice Recommendations on the Diabetic Foot, 2023.
  2. American Diabetes Association. Standards of Care in Diabetes—2025. Diabetes Care. 2025;48(Suppl 1):S1–S208.
  3. Lipsky BA et al. Infectious Diseases Society of America Clinical Practice Guideline for the Diagnosis and Treatment of Diabetic Foot Infections. Clin Infect Dis. 2023;76(2):e108–e119.
  4. Armstrong DG, Boulton AJM, Bus SA. Diabetic Foot Ulcers and Their Recurrence. N Engl J Med. 2017;376(24):2367–2375.
  5. World Health Organization. WHO Global Report on Diabetes. 2023.
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